Huevos con bechamel

Hay recetas, como esta, que te llevan al recuerdo de muchas cosas. Esta receta la hacian en un bar (o chigre como les llamamos aquí en Asturias) y te lo daban de pincho acompañando a tu consumición. La primera vez que las probé me encantaron, así que decidí ponerme a hacerlas. Hice varias pruebas hasta que salieron como aquella vez, aunque he de decir que igual igual nunca han salido, siempre tienen algún truco que nunca te dicen, pero están bastante logradas y muyyy ricas. Os recomiendo que no las congeléis, por que lo probé y la clara de huevo queda muy mal congelada, como si fuese corcho. Hay que hacerlas en el momento o tenerlas de un día para otro en la nevera antes de freirlas.

Tengo que pediros perdón, porque estamos un poco despegadas del blog. Mi compañera esta muy liada y yo, que soy la que más me ocupo ahora mismo, me he roto el tendón de aquiles, estoy esperando para ver si me operan o que deciden, así que no puedo estar mucho de pie, con lo que la cocina ya lleva un par de meses apartada.

Voy recuperando recetas que tenía por ahí esperando a que un día fueran subidas, así que iré publicando esas mientras pueda, y en cuanto vuelva a estar bien y a meterme en la cocina, muchas cosas nuevas que deseo hacer y no puedo. Estoy super frustrada, odio querer hacer cosas y no poder :(

Bueno, me pongo con la receta. Os van a encantar. 

Ingredientes:

- 14 huevos
- 1 litro de leche
- 150 gr. mantequilla
- 200 gr. harina ( yo uso Mix B de Schär)
- harina para rebozar
- pan rallado para rebozar
- 100 gr. queso rallado
- sal

Elaboración:

Cocemos 10 huevos en agua hirviendo, 10 min. a partir de empiece a hervir. Los enfriamos con agua y hielo. Cuando estén fríos, los pelamos y cortamos en 4 partes longitudinalmente.

En una olla, echamos la mantequilla y la ponemos al fuego a derretir. Cuando esté, echamos la harina y mezclamos bien con varilla hasta que chupe toda la mantequilla. 

Vamos agregando la leche poco a poco, sin dejar de remover con la varilla, hasta que la chupe toda. Luego añadimos el queso, salamos y cocinamos unos 5 min. para que espese, removiendo cada poco.

Con ayuda de una cuchara, metemos los cuartos de huevo, de uno en uno, en la bechamel que acabamos de hacer y sacamos a un plato o fuente. Cuando estén todos, los metemos en la nevera a enfriar unas 3 horas hasta que endurezca la bechamel.

Pasado ese tiempo, sacamos los huevos y rebozamos con harina, huevo y pan rallado.

Freímos en abundante aceite.

Podemos comerlos así solos como picoteo o acompañar con un pisto u otra cosa, de cualquier manera, os digo, que están deliciosos.