Muffins de queso y arándanos rojos

Reconozco que, en cuestiones de comida, soy una envidiosa... y, además, de las malas. Me encanta comer, y si pudiera, probaría de todo. Pero las circunstancias me han señalado como celíaca, así que muchas veces me tengo que conformar con mirar... oler... y ver como otros saborean... cachis!!!...

En una ocasión, estaba acompañando a una amiga a buscar unos informes. Acababa de superar una enfermedad muy grave, y ese día tendría  los resultados de que todo iba bien.

¡Y sí! La alegría fue enorme... todo negativo. ¡Estaba curada!

Para celebrarlo, nos fuimos a una cafetería cercana. Ya antes de entrar, desde la calle, se percibía el aroma a bollería bien hecha... 

Un café fue mi desayuno... pero mi amiga pidió un muffin de de queso y arándanos...

Ya os dije que soy muy envidiosa en cuanto a estas cuestiones. Así que fue llegar a casa, y ponerme con MIS MUFFINS.

Y salió esto, una receta riquísima, sencillísima y sabrosísima...

               Ingredientes:

- 150 gramos de mantequilla.

- 200 gramos de queso cremoso, tipo Mascarpone.

- 150 gramos de azúcar blanco.

- 3 huevos grandes.

- 300 gramos de harina (Sin gluten harina de arroz)

- 100 gramos de arándanos secos.(envasados con logo sin gluten)

- 1 sobre de levadura quimica (Royal ya es sin gluten)

- Azúcar glas para espolvorear.

               Elaboración:

Engrasamos doce moldes para muffins.

Aunque los moldes sean de papel, conviene untarlos con un poco de aceite. Así evitaremos eso tan incómodo a la hora de devorar nuestros muffins, de que se nos queden pegados al papel o al molde.

Depositamos los arándanos dentro de un vaso de agua. Reservamos.

Derretimos la mantequilla en el microondas, y reservamos.

En un bol, mezclamos bien el queso con el azúcar. A continuación, agregamos los huevos ligeramente batidos. Unimos muy bien.

En este punto, ponemos el horno a 180ºC, para que esté a la temperatura adecuada cuando vayamos a introducir los muffins.

Añadimos la mantequilla y batimos hasta conseguir una mezcla homogénea.

En otro bol, mezclamos la harina con los arándanos escurridos y el gasificante.

Poco a poco, vamos agregando la mezcla de harina y arándanos a la masa anterior. Removemos bien, hasta conseguir una masa compacta.

Con la ayuda de un cucharón, repartimos la masa en los moldes.

Introducimos en el horno a 180ºC durante 12-15 minutos, hasta que estén dorados.

Sacamos y dejamos enfriar sobre una rejilla.

Cuando estén fríos, espolvoreamos con azúcar glass...

Un dulce manjar para el desayuno, y yo ¡libre de envidias! al fin.