Yemas de Santa Teresa

Guardo un recuerdo muy especial del día de mi boda. Fue un momento maravilloso. Y nos hizo un día espectacular... un sol radiante nos acompañó durante todo el día. Y fue gracias a las yemas de ¿Santa Teresa? ¿Puede ser?. 

No estoy loca, ni soy supersticiosa, es una  tradición.  En mi región es típico llevarles a las monjas, la semana antes de la boda, una docena de huevos para que el día señalado, no llueva. 

Con esos huevos prepararán sus famosos dulces, entres ellos las yemas y, como no, en mi caso también se hizo, y ¡funcionó!.

Y esta es la receta que aquellas monjas prepararon con mis huevos. 




Ingredientes:

- 12 huevos
- 100 gr. de azúcar glasé
- 150 gr. de azúcar
- 1 ramita de canela
- la corteza de un limón

Preparación:

En un cazo, ponemos 10 cucharadas de agua, el azúcar blanco normal, la cáscara de limón y la canela. Lo calentamos y dejamos hervir, a fuego muy bajo, sin dejar de remover. 

Separamos las yemas de las claras. 

Cuando el almíbar espese, retiramos del fuego y quitamos la canela y el limón. Vertemos las yemas, añadiendo poco a poco el almíbar y, por supuesto, sin dejar de remover para que no cuajen.

Ponemos la mezcla de nuevo a fuego lento y removemos hasta que se desprenda del cazo, pero con mucho mucho cuidado para que no rompa a hervir, porque se nos cuajaría.

Ponemos la mezcla en un molde o bol de cristal y metemos en la nevera a que se enfríe, al menos, unas 3 horas.

Una vez  fría, hacemos bolitas con las manos y las cubrimos con el azúcar glasé.

Un dulce delicioso.