Las cosas más sencillas siempre son las más sabrosas...
Esta receta nos llega de la mano de una amiga, Ana (Ana de Carrusetas, que crea con sus manos unas prendas para nuestros más pequeños, maravillosas. Es una artista).
Hace unos días colgó en su muro de Facebook la foto del postre... fue verlo y... ¡me quedé prendada!
Exactamente tardé en decidirme a preparalos cuatro horas... y el resultado, una delicia al alcance de los más perezosos, pero también de los paladares más exigentes.
Ingredientes:
- 3 huevos
- 1/2 litro de leche
- 250 gramos de harina (sin gluten he utilizado harina de arroz)
- Un sobre de levadura royal, ya es sin gluten.
- Una pizca de sal
- Aceite para freír
- Azúcar para espolvorear
Preparación:
En un bol, batimos los huevos, añadimos la leche y la pizca de sal. Mezclamos todo muy bien. A continuación, agregamos la harina y la levadura e integramos.
¡Ya tenemos la masa! Así de sencillo.
Ponemos la sartén en el fuego con abundante aceite. Cuando esté caliente, tomamos una cucharada de masa, y con cuidado, la volcamos sobre el aceite. Repetimos la operación con varios hasta que nos cojan en la sartén dejando sitio para que expandan.
Cuando estén dorados por un lado, les damos la vuelta. Esperamos tres minutos y sacamos. Los ponemos sobre papel de cocina para que chupen el exceso de grasa.
Repetimos la operación hasta que terminemos la masa.
Podemos espolvorear por encima con azúcar o dejarlos así para consumirlos como acompañamiento salado.
Nosotros, hoy, los hemos cenado con pollo al chocolate y estaban deliciosos.
Gracias Ana por compartir tu receta con nosotros.
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