
Me ha encantado, trae un envase ideal y tiene un sabor que me recuerda mucho a la mantequilla casera, que no puedo hacer siempre por no tener suficiente nata.
Cocinar es un arte, la amistad un don y compaginar ambas cosas, un binomio que ronda la perfección. Compartamos pues amistad e ingredientes entre fogones y risas, y combinémoslo con una chispa de antaño... el guiso nos resultará delicioso.