Hoy es mi abuelo quien nos trae, a través del recuerdo, una receta repleta de sencillez y sabor.
Un plátano y una gran taza de café, era su merienda favorita. Y para la cena, siempre que sus hijas se lo permitían, una tortilla de sardinas.
Sí, habéis leído bien, tortilla de sardinas, riquísima, sabrosísima y muy muy sencilla de elaborar.