Web Analytics

Traducimos:

miércoles, 24 de septiembre de 2014

Pisto

¿Y quién puede escapar de la tradición, si sOlo con escuchar el nombre de la receta, la imaginación activa las sensaciones y ya casi puedes saborearla?

¿Qué os sugiere pisto?

¡Ajá! Nuestra mente ya está en marcha. Ya hemos visualizado... en nuestro caso, el pisto, dos huevos fritos (para mí cuajados, por favor, reconozco que tengo mis rarezas) y arroz blanco...

Eso suponiendo que hayamos pensado en el pisto solo, pero también podemos acompañarlo de una infinidad de combinaciones, que poco a poco os iremos contando.


Nos gusta contaros todos los entresijos de las recetas, tal y como nosotras nos las guisamos... y hoy os proponemos hacer un pisto "a lo grande", es decir, preparamos una gran cantidad, apartamos la que vayamos a consumir inmediatamente, y el resto la conservamos en la nevera (un par de días), en el congelador (varios meses) o en botes herméticos sellados al baño maría (hasta un año).

Es una manera de tener pisto recién hecho durante mucho tiempo.

                        Ingredientes:

- 1 calabacín
- 4 cebollas medianas
- 1 pimiento verde
- 1 pimiento rojo
- 2 dientes de ajo
- 500 gr. de tomate natural triturado (también podemos utilizar tomate natural, que pelamos y trituramos antes de añadir)
- 1/2 vaso de vino blanco
- aceite
- sal

                               Elaboración:

Cortamos  el ajo en paisana fina (cuadraditos pequeños) y y lo ponemos  a pochar en una olla, con un chorro de aceite de oliva, a fuego medio.

Picamos la cebolla y los pimientos en cuadrados más grandes (a nosotras nos gusta así, pero si os gusta más menudo, es tan solo cuestión de picarlo más fino) y los añadimos a la sartén. Bajamos el fuego para hacer a fuego lento, removiendo de vez en cuando.
Diez minutos serán suficientes.

Cuando la mezcla ya esté casi hecha, agregamos el calabacín, picado a nuestro gusto, igual que hicimos con las anteriores verduras. 


Dejamos a fuego medio durante 20 minutos más, sin dejar de remover de vez en cuando.

Una vez que el calabacín esté blando, pero entero, es cuando volcamos el tomate frito. Rectificamos de sal y añadimos el vino blanco.


Dejamos hacer a fuego lento y tapado, durante otros 10 minutos.

¡Listo!

Un delicioso plato, sencillo y con mucho mucho sabor.

La experta en cocina de Spezialia aporta su toque, con una pizca de orégano al final para rematar. Impresionante

Y ahora que está terminado, 4 patatitas fritas, un huevo frito y nuestro pisto. 

Buen provecho.

¿De qué os gustaría acompañarlo?










No hay comentarios:

Publicar un comentario