Rosquillas de anís

Sabéis que Spezialia es un blog donde las recetas con tradición se imponen...

Así es como hoy aparecen otra vez nuestras abuelas, para enseñaros cómo hacían ellas sus rosquillas de anís.

Deliciosas y llenas de nostalgia, con sabor a antaño, una receta que no falla.

Se nos resistían al prepararlas sin gluten, pero ya las tenemos!





                            Ingredientes:
- 4 huevos
- 8 cucharadas aceite
- 12 cucharadas de azúcar
- 1/2 sobre de levadura en polvo
- 1 kg. de harina de repostería, en este caso harina Doves Farm (en caso de que las vayamos a hacer con gluten, es suficiente con 800 gr. de harina de repostería)
- 1 copita de anís
- Aceite para freir
 
                            Preparación:

En un bol batimos los huevos, con la ayuda de las varillas, hasta que estén espumosos. Después añadimos el aceite, el azúcar y el anís, y mezclamos muy bien.

A continuación, la levadura, batimos de nuevo y, poco a poco,  vamos agregando la harina. cuando no podamos seguir trabajando con las varillas, pasamos a utilizar las manos, y así, vamos amasando hasta conseguir formar una bola que no se nos pegue a los dedos. Pero, atención, no tiene que estar demasiado dura...

Cogemos una pequeña porción de masa, del tamaño de una mandarina pequeña, la redondeamos bien, y después le hacemos un agujero en el centro.
¡Ya tenemos la primera rosquilla! Enharinamos la encimera y la reservamos encima. Seguimos preparando el resto.

También podemos variar la forma de las rosquillas, y en vez de redondas, alargadas, con formas... simplemente palitos o enroscar tiras sobre sí mismas para conseguir lazos...

En una sartén, ponemos abundante aceite (de tal manera que, al introducir las rosquillas, estas queden cubiertas) a calentar. Cuando esté listo  vamos poniendo las rosquillas, bajamos el nivel del fuego a medio y freímos un par de minutos por cada lado hasta que queden doradas.

Las vamos colocando sobre papel absorbente, para que escurran el aceite y después las disponemos sobre una fuente de repostería.

Espolvoreamos con azúcar glasé y canela.

Un chocolate caliente, una tarde de lluvia, tu película preferida y estas rosquillas... ¿Hay algo mejor?

Preparados para una tarde muy Spezial?